En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el
acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del
horror de la guerra. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una
ladrona que robaba libros y regalaba palabras. Con éstas se escribió una
historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.
«Merece un lugar en el librero junto al Diario de Ana Frank.»
USA Today
Valoraciones
No hay valoraciones aún.